MI PERSONA FAVORITA ES UN LIBRO
"La tía Leonor tenía el ombligo más perfecto que se haya visto. Un pequeño punto hundido justo en la mitad de su vientre planísimo. Tenía una espalda pecosa y unas caderas redondas y firmes, como los jarros en que tomaba agua cuando era niña. Tenía los hombros suavemente alzados, caminaba despacio, como sobre un alambre. Quienes la vieron cuentan que sus piernas eran largas y doradas, que el vello de su pubis era un mechón rojizo y altanero, que fue imposible mirarle la cintura sin desearle entera". Serendipia: encontrar algo bueno sin buscarlo. Corría el año 2018. Cada tarde del verano, yo la dediqué a estudiar un diplomado de Literatura Mexicana. Aprendí muchísimo y me encantó cada sesión, pero, ¿fue esa la mejor parte? Podría decir que sí para hacer creer que no existió nada más increíble que llenarme de conocimientos y recursos, pero mentiría. No recuerdo el día exacto, pero sí sé que yo portaba una blusa verde con lunares blancos, pantalón de mezclilla y un par de conv